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Propósitos de año nuevo que, casi nunca, se cumplen

Ponerse a dieta y comer más sano Tras los atracones navideños sentimos que tenemos que llevar una dieta más equilibrada y saludable que finalmente nos lleve a perder esos kilos que hemos ganado durante las fiestas (o que ya arrastrábamos con anterioridad). Hacemos acopio de comida sana para llenar la nevera pero no tardamos mucho en darnos cuenta de que aún tenemos sobras de turrones y dulces varios o algún amigo nos tienta para ir a un nuevo restaurante en el que sirven un delicioso chuletón de Ávila. El caso es que antes de que finalice enero nos habremos saltado la dieta un par de veces y en enero nos habremos olvidado por completo de nuestras intenciones de comer más saludable. Ir al gimnasio Un clásico de los propósitos de año nuevo, cada mes de enero los gimnasios se llenan de personas deseosas de ponerse en forma y que se imaginan con cuerpo esculturales que sean la envidia de sus amigos y conocidos. El primer paso, localizar la ropa deportiva y las zapatillas, lo tenemos controlado e incluso algunos llegan a pagar suscripciones anuales en los centros deportivos en un alarde de optimismo. No nos engañemos, la mayoría no irán más de 4 o 5 veces, el tiempo necesario para darse cuenta de que ponerse en forma conlleva mucho más esfuerzo del que se recordaba. Aprender un idioma Por si no tuviéramos suficiente con aprender inglés, ahora intentamos también dominar el alemán o el chino, convencidos de que nos abrirán muchas puertas en el futuro. Si ya tenemos problemas para conseguir expresarnos correctamente en la lengua de Shakespeare, la dificultad de las declinaciones germánicas o la caligrafía del mandarín aún complican más las cosas para que cumplamos este propósito. Dejar de fumar Abandonar el cigarrillo al comenzar el año es una meta que se ha pasado por la cabeza de cualquier fumador pero las altas dosis de fuerza de voluntad necesaria para no recurrir al tabaco en la primera situación de estrés que se nos presente o el entorno social cuando se está rodeado de otros fumadores provoca que sean muy pocos los que consiguen dejar este hábito más allá de un par de meses. Dormir más

Como no podemos retrasar la hora de entrada al trabajo, el propósito se centra en irnos a la cama más temprano pero ¿cómo dejar la serie a la que estamos enganchados a medias? Encontrar un trabajo mejor Mejorar nuestras condiciones laborales con la búsqueda de un nuevo empleo ya era difícil de conseguir antes de que comenzara la crisis económica. Años después, la falta generalizada de empleo nos da la «excusa» perfecta para justificar porque no hacemos nada por encontrar ese trabajo que queremos. Retomar el contacto con amigos y familiares En los encuentros y reuniones navideñas siempre nos quedamos con la sensación de que no conversamos suficiente ni pasamos tiempo con muchos amigos y parte de la familia, con lo que nos proponemos cambiar esto. La falta de tiempo en el día a día y la rutina nos arrastran y acabamos encontrándonos al año siguiente en Navidad diciendo la misma frase: «Tenemos que quedar más» Perder menos el tiempo en Internet Cuando nos damos cuenta de la cantidad de tiempo que pasamos en la red sin que realmente sea necesario, nos proponemos recortarlo y dedicarlo a otras actividades más productivas pero las notificaciones de Facebook, Twitter y Whatsapp están constantemente llamando nuestra atención y ¡los memes son tan divertidos!   ¿Crees que esta vez si que serás capaz de cumplir tus propósitos de año nuevo? Compártelo con nosotros en Facebook y podrás ganar un iPad mini

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