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“El Seguro Todo Riesgo de Construcción: la mejor herramienta de protección para las obras de edificación.”

En la ejecución de cualquier obra, existen una gran variedad de riesgos aleatorios que podrían afectar al normal desarrollo de la misma, y que en muchas ocasiones podrían comprometer la fecha de finalización de la obra.

Para dar una solución a todos estos imprevistos, la mejor herramienta para las empresas de construcción frente a los riesgos súbitos e imprevistos ocurridos durante los trabajos de ejecución de una obra, es sin duda la contratación de un Seguro Todo Riesgo de Construcción.

El Seguro Todo Riesgo de Construcción es un Seguro creado para cubrir toda clase de obras de edificación y construcción, cuyo objeto fundamental es amparar contra los daños y pérdidas accidentales sufridos en la obra, incluyendo el equipo y la maquinaria de construcción del contratista.
Aunque el Seguro Todo Riesgo de Construcción no es obligatorio, sin embargo, es muy recomendable el suscribirlo para garantizar la inversión realizada en la obra frente a los posibles imprevistos que pudieran surgir en la misma. Mediante este seguro, es posible hacer frente a una gran variedad de riesgos que se podrían presentar durante la ejecución de una obra de edificación, que podrían incluso llegar a impedir su finalización.
Básicamente, el objeto principal del Seguro Todo Riesgo de Construcción es la propia obra a construir, así como los materiales, aprovisionamientos y acopios para la obra, incluyendo los Equipos y Maquinaria de construcción. Mediante este Seguro, pueden asegurarse todo tipo de obras de edificación (edificios residenciales, viviendas unifamiliares, oficinas, almacenes, centros comerciales, centros escolares, centros hospitalarios, auditorios, escuelas, teatros, iglesias, cines, hoteles, etc.), industrial (fábricas, silos) y cualquier tipo de obra civil e infraestructuras (urbanizaciones, viales, puentes, presas, canales, túneles, carreteras, muelles, obras de riego y drenaje, obras ferroviarias, conducciones, etc.)
Normalmente, el Seguro Todo Riesgo de Construcción suele contratarlo el Contratista Principal, aunque puede ocurrir que sea el Promotor de la obra quien asuma la contratación de la póliza a través de un acuerdo contractual con el Constructor o por tratarse de una autopromoción. Aunque el Asegurado es el Contratista, en la mayoría de los casos se incluyen también a cualquiera de las Entidades o personas que intervienen en la obra. Las Entidades Financieras también están muy interesadas en la contratación de este Seguro por parte de los intervinientes en la obra, ya que pueden verse indirectamente afectadas por los imprevistos que pudieran ocurrir en la misma, constituyendo muchas veces el Seguro su principal y única garantía para el recobro de sus créditos. Estas Entidades suelen figuran normalmente como Beneficiarios en las pólizas de seguro.

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