Una de las principales decisiones que hay que valorar antes, durante y después del proceso de compra de una autocaravana es la contratación del seguro (obligatorio en su versión a terceros) y el tipo de póliza que mejor se ajusta al tipo de vehículo y al presupuesto de que se dispone en relación con el tipo de uso que se le pretenda dar. No es sencillo elegir la compañía prestadora de servicios y, menos aún, aunque a priori pueda parecer muy sencillo, conocer a fondo los contenidos de las coberturas. Incluso si opta por una póliza a todo riesgo es muy natural, e incluso conveniente, hacerse la siguiente pregunta: ¿qué cubre un seguro de autocaravana a todo riesgo?
En principio, la contratación de un seguro a todo riesgo es la mejor opción cuando la inversión ha sido elevada y se pretende proteger el patrimonio adquirido de casi cualquier contingencia, incluidos los daños propios que se puedan sufrir con la autocaravana en un eventual accidente y también aquellos que puedan ocasionarse estando estacionada. En principio, con la contratación de un seguro a todo riesgo se garantiza que sea la compañía la que corra con este tipo de gastos, aunque, como veremos a continuación, tendrá su importancia el hecho de contar o no con franquicia y el que el culpable seas tú o lo sea un tercero.
Lo que incluye este tipo de seguros para autocaravanas
Antes de entrar a valorar las diferencias entre los seguros con o sin franquicia, recuperamos la pregunta que habíamos dejado en el aire (¿qué cubre un seguro de autocaravana a todo riesgo?) e introducimos la relación de todos los casos en los que una póliza de este tipo se hace cargo: responsabilidad civil de suscripción obligatoria, responsabilidad civil complementaria, seguro de accidentes del conductor, defensa y reclamación de daños, asistencia en viaje, seguro de rotura de lunas, defensa en sanciones administrativas generales (principalmente multas en carretera), robo, incendio, fenómenos naturales (tormentas, granizadas, riadas,…), impacto de animales y –aquello que lo hace especialmente atractivo y lo diferencia de un seguro a terceros ampliado, modalidad más demandada– daños de impacto, vuelco, tanto por causas imprevistas o naturales como accidentales.
Es decir, un seguro de autocaravana a todo riesgo cubre un amplio abanico de eventualidades y otorga una amplia tranquilidad a los propietarios al responder en situaciones de lo más variopintas y ante contingencias a las que, efectivamente, está expuesto un vehículo de estas características en sus múltiples viajes. Eso sí, como conviene siempre advertir, es muy importante asesorarse a través de foros especializados y, mejor aún, a través de usuarios con experiencia, de las verdaderas condiciones de cobertura, es decir, de cómo y en qué condiciones se hacen efectivos los servicios antes mencionados, desde la inmediatez de la asistencia en carretera hasta la profundidad y profesionalidad en la defensa de causas civiles o administrativas. Como todo contrato general, aquel por el que tomamos un seguro incluye cláusulas necesariamente abiertas que conviene matizar en un primer contacto con la compañía o el corredor correspondiente.
¿Seguro con o sin franquicia?
Resuelta la duda sobre qué cubre un seguro de autocaravana a todo riesgo, retomamos las diferencias previamente anunciadas entre contratar el seguro con o sin franquicia. En principio, si se decide optar por un seguro con franquicia, la compañía aseguradora debe hacerse cargo de los costes de reparación, así como de la asistencia general ya mencionada, en caso de daño por accidente, tercero o incluso causado por uno mismo. La diferencia radica en que en el caso de seguros con franquicia, la compañía sí va a tener en cuenta la culpabilidad en el siniestro y, en caso de que el asegurado haya actuado con negligencia o haya sido, de facto, el causante del mismo por una falta de atención o diligencia, este tendrá que hacerse cargo del importe pactado. El otro supuesto en el que se establecen diferencias con los derechos sin franquicia, es en aquellos en los que no es posible identificar al causante del daño. Por su parte, en los casos de seguro sin franquicia todo está cubierto, con independencia del causante del siniestro. Siempre se va a reparar sin coste extra para el tomador del seguro, al que, eso sí, se le aplicará una prima en la renovación por mala bonificación.
Teniendo ya claro qué cubre un seguro de autocaravana a todo riesgo, conscientes de que luego hay que comprobar su materialización práctica, es más fácil llevar a cabo la decisión de contratación. En general, aunque cada caso sea distinto y necesite, por ello, de un tratamiento particular, se puede asegurar que el seguro a todo riesgo es aquel que mejor cuida y garantiza la inversión, más aún si tenemos en cuenta que es habitual que las autocaravanas, por su naturaleza y por el uso habitual que reciben, suelen sufrir daños durante su uso.