Tanto si queremos alargar la vida de un automóvil con el que hemos convivido varias décadas y nos ha dado un rendimiento inmejorable (además de numerosas historias que conforman nuestra biografía), como si accedemos, por herencia o compra-venta, a un coche con más de veinte años en circulación al que queremos sacarle partido en la carretera, estaremos obligados a contratar un seguro de coche clásico sin límite de kilómetros que cubra al menos la responsabilidad civil a terceros que recoge la legislación. Es decir, con independencia de que las rutas que hagamos con este tipo de vehículo sean básicamente urbanas y de corto recorrido, o incluso aunque lo tengamos aparcado y apenas lo saquemos a la carretera para una concentración o exposición muy concreta, es fundamental la contratación de una póliza, algo que las compañías conocen y para lo que ofrecen contratos extraordinarios y ofertas particularmente atractivas de cara a asegurar su joya de cuatro ruedas.
Ventajas de las tarifas sin límite de kilómetros
La contratación de un seguro de coche clásico sin límite de kilómetros implica atender a toda una serie de parámetros. De hecho, numerosas compañías, tradicionales y también de reciente creación, se han especializado en este subsector y ofrecen precios especialmente competitivos, amén de toda una serie de servicios a la carta para que el conductor de un coche de estas características pueda, prácticamente, elegir a su gusto los términos de la contratación, especialmente en todo lo referente a las coberturas. Es importante acceder a este tipo de información, pues, en caso de acceder a las tarifas habituales, veríamos muy gravada su antigüedad y kilometraje, las millas recorridas que, en principio, auguran una próxima avería e incrementan los riesgos de sufrir alguna suerte de accidente en la carretera, lo que muchas veces no tiene correlación con el buen estado en el que los mantienen sus propietarios, amantes de los coches clásicos y especialmente conscientes de la importancia de cuidados relacionados con el mantenimiento del motor, los ejes, los neumáticos y todas aquellas piezas que sufren especialmente la acumulación de horas en el asfalto.
La situación del mercado de seguros de coche clásico sin límite de kilómetros es la de una competencia imperfecta, en el sentido de que grandes compañías se aprovechan de las economías de escala (una relación entre costes fijos y variables mucho más pequeña) para ofrecer precios más atractivos, mientras que las pequeñas apuestan por incluir otra serie de servicios de cariz más romántico, “vendiendo” un compromiso con el motor clásico, con los coches antiguos, con la conducción de toda la vida, alejada de los nuevos hábitos que han convertido la comodidad en el único valor a tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo. En cualquier caso, casi todas las compañías incorporan cláusulas obligatorias limitando el número de kilómetros (normalmente cinco mil), asegurándose de que el propietario dispone de un coche habitual distinto de este y algunas otras cauciones con la intención de no asumir riesgos innecesarios, hecho que las inhabilita si su propósito es el de conducir con cierta regularidad.
Lo cierto es que los precios de un seguro de coche clásico sin límite de kilómetros se mueven en cifras asumibles y no suelen convertirse en un obstáculo para los amantes de este tipo de vehículos, para quienes la experiencia de circular con un coche antiguo, cualquiera de esos iconos que ahora mismo están pasando por nuestra cabeza, adquiere un valor incalculable. Conviene, sin embargo, no dejarse llevar por la euforia o el romanticismo, pues esto es algo que podrían tener presente los vendedores durante la propia negociación. Así, actuar con racionalidad en la compra suele conducir a mejores resultados, a precios más ajustados y coberturas mejor definidas. Es decir, a todos los ingredientes que nos permitirán, a posteriori, centrarnos únicamente en el placer de conducir.
Conducir un coche clásico: una feliz rutina
Como conclusión, nada como contratar un seguro de coche clásico sin límite de kilómetros que se ajuste en términos de precio y coberturas a las características del automóvil y que garantice todas las asistencias necesarias para, además de cubrir la obligación legal, gozar de una total tranquilidad para disfrutar plenamente de la experiencia tan especial que ofrece la conducción de uno de estos vehículos, representantes de una época en la que no solo la automoción, sino también las propias sociedades, avanzaban a un ritmo distinto. Contar con un coche clásico, ya sea un Bentley, un Mustang o un Mini original, no debería implicar su encierro en garajes o cocheras particulares ni una condena a habitar únicamente en museos o colecciones de aficionados. No, una modesta inversión en un buen seguro de coche clásico sin límite de kilómetros acompañado de un adecuado mantenimiento los habilitan para salir a la carretera y recorrer cortas distancias ejerciendo su natural función de desplazarse. Así que ya lo saben: consulten diferentes opciones acudiendo in situ a las sedes de las diferentes casas o a través de los distintos comparadores y ajusten su contratación a las características intrínsecas de su vehículo. Eso, y disfruten con esas viejas glorias que, como los viejos rockeros, nunca mueren.