Seguro que antes de leer este artículo ya conocían que la Dirección General de Tráfico no exige la contratación de un seguro para caravana de menos de 750 kg ni un permiso de circulación propio. ¿Por qué? Este tipo de caravanas son consideradas un complemento del vehículo tractor y tan solo se exige para poder desplazarlas en carretera la ficha técnica original (da igual el país del que procedan) para que los agentes de tráfico puedan comprobar, en caso de que lo estimen oportuno, el número de chasis y su peso, cosa distinta del peso máximo de carga, que sería otra especificación.
En principio, las pólizas del automóvil que traslada la caravana, incluyen la responsabilidad civil obligatoria, la asistencia en carretera y los daños producidos a terceros. De todos modos, aunque la legislación faculte a trasladar una caravana sin estas precauciones antes reseñadas, conviene destacar la importancia de una buena revisión de todas aquellas cuestiones que pueden estar relacionadas con la seguridad en el transporte y con una buena convivencia con el resto de vehículos en la carretera.
Huelga decir que la legislación no impide la contratación de un seguro para caravana de menos de 750 kg, pudiendo cada particular determinar en qué condiciones de seguridad y cobertura desea desplazarse. La duda, al adquirir un habitáculo de estas características reside habitualmente en si ampliar las cláusulas habituales de la póliza del vehículo o contratar un seguro independiente.
En principio, cuestiones básicas, como pudiera ser un pinchazo, quedarán perfectamente cubiertas y gozarán de una total garantía de asistencia por parte del seguro de su coche, pero cosa distinta sucede en caso de accidente, momento en el que la compañía del seguro de su vehículo puede empezar a mover toda su maquinaria para evitar correr con los gastos, aludiendo, como sucede en la mayor parte de los casos, que el peso de la caravana es superior a los 750 kg de Masa Máxima Admisible –algo que puede ser cierto si al TARA añadimos la carga útil– pese a lo que pueda reflejar la ficha técnica. Esto sucede también cuando necesitamos de asistencia en carretera y numerosos operarios de grúa nos cobran los servicios. Conviene tener en cuenta, además, en caso de un daño provocado por un tercero en la caravana, la compañía de seguro no se va a hacer responsable de la reclamación, quedándote solo e indefenso ante el poder burocrático de una agencia de estas características.
Ventajas que ofrece el seguro para caravana de menos de 750 kg
Así pues, conviene valorar la pertinencia de la contratación de un seguro para caravana de menos de 750 kg, sopesando el tipo de viajes que realizamos, los parajes y los tipos de carreteras por los que queremos transitar, para, de esta manera, alcanzar más fácilmente una conclusión sobre la necesidad, o no, de contratar una póliza independiente de la del vehículo, con cláusulas más concretas y una cobertura superior. Y es que por precios módicos, de alrededor de 50 euros al año, numerosas compañías ofrecen coberturas particulares a este tipo de caravanas.
Una vez tomada la decisión, las posibilidades son variadas e incluyen todas las variantes que podamos imaginar, que son, en este caso, exactamente las mismas que para una caravana de más de 750 kilogramos (todo riesgo, anti robo, daños a terceros estando estacionada…). Si se opta por esta opción, como es lógico, recomendamos abiertamente la consulta de comparadores de precio y la revisión de las opiniones de particulares en persona o a través de foros para comprobar la eficacia de los servicios ofertados y obtener, de esta manera, unas ciertas garantías de cumplimiento.
La no obligatoriedad del seguro para caravana de menos de 750 kg suele invitar a la relajación de sus propietarios, pero no por pesar menos y adscribirse a una legislación diferente, el transporte de una caravana deja de implicar ciertos riesgos y posibles costes potenciales. En función del poder adquisitivo y cuánto –y dónde– se estime viajar, hacer una inversión de no más de doscientos euros al año puede ser rentable en términos de tranquilidad. Porque aunque los seguros están para no utilizarse, su verdadera vigencia se comprueba a la hora de afrontar determinados sucesos a los que todos estamos expuestos.
Por eso, por el valor de muy pocos cafés al mes, quizá convenga reforzar las cláusulas que cubre el seguro del vehículo tractor y reforzarlas con la contratación de un seguro independiente que puede ser desde un todo riesgo como incluir cláusulas muy concretas que, por sus particulares circunstancias, le interesen. Porque ya se sabe que todo ahorro presente en el seguro puede suponer un incremento futuro de los costes y, sobre todo, la experimentación de una vivencia nada deseable cuando lo que más se desea es descansar, cambia el chip y disfrutar de unas vacaciones con amigos o en familia por las diferentes rutas que el mundo nos regala.